lunes, 30 de noviembre de 2009

El arte revolucionario: reflexiones

Los hombres construimos realidades para concebir al mundo, así también el artista, concibe al mundo a través de la estética. Es verdad que no se puede abstraer la realidad social a través del arte, puesto no siempre espectador o artista se reconoce en ella, además donde la obra es sólo la abstracción de la realidad social. Sin embargo, el arte sensible al entorno, intérprete de éste, nos permite abstraer una parte del espíritu de la sociedad. Este blog, destinado a la revolución francesa, en este apartado, se reflexionará sobre un arte como parte del momento: “revolución”. A la corriente que impera en este periodo es conocida como, romanticismo y en ella se descubre una parte del sentir de las masas.

Todo movimiento social impregna de sentimientos al pueblo, lo hace vulnerable a las emociones. La revolución francesa fue ese movimiento que llevó al hombre a los límites de su sensibilidad, lo hizo consciente de una crisis no sólo económica sino también existencial. Un movimiento de odio, sentimiento sin distinción de clases, una realidad de miseria e injusticia, y donde el pueblo, fue su mayor receptor. El artista como ser social, se constituye en él la necesidad de interpretar su mundo, su sociedad, de ésta hace sus obras y por ella han de ser juzgadas. Contemporáneo a los ideales revolucionarios, se adjudicó la tarea de dar forma y constituir a su obra, dentro y parte de éste.

El romanticismo fue transcripción del Estado social, puesto como producto del hombre, esta impregnado de su subjetividad, que en este momento forma parte de una “nueva nación”. Por ello es a la vez nacional y popular; la primera, en cuanto a creadora de símbolos que justificaran lo inacabado, como base del nuevo régimen; y popular, al solidarizarse con la sociedad en la miseria y en su difícil condición. Trata de representar la incertidumbre de las masas, sobre la condición natural del individuo, filósofa de la existencia del hombre libre que hasta ahora se ha visto condenado.

Así, las líneas, formas, letras, el sonido, la imaginación, intentan crear lo que la revolución no logró concretar: la liberación del espíritu. Sea parte de una burguesía (que crea la imagen de un nuevo poder político) o del pueblo (representando la miseria y el desgaste), el arte romántico logra a través de la relación, estética, razón y experiencia, dar forma a las necesidades de cada sociedad.

Arte revolucionario, en función de la relación que tiene con su realidad como imaginario. Puesto es experiencia que la revolución le da al arte y así, el arte a la revolución. Sea a través de una pintura, las letras, los espacios, el romanticismo no sólo como estilo sino también como parte también del espíritu de las masas.

Le Mercure du xix siéde : Si la literatura es la expresión de la sociedad, no debe limitarse a pintarla tal como es y a copiar sus costumbres…tiene que tratar sus necesidades para adelantar el momento en que se conviertan en realidad sus esperanza (PICARD.pp. 44)

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