domingo, 29 de noviembre de 2009

La sociedad popular, ¿en la revolución?

Diez años de peripecias revolucionarias transformaron de manera fundamental la realidad francesa, respondiendo… a los deseos y opiniones de la burguesía y de los poseedores. Los últimos vestigios del feudalismo fueron abolidos, la aristocracia del Antiguo Régimen quedó destruida en sus privilegios,…al eximir y liberar a los campesinos de los derechos señoriales y de los diezmos…al destruir los monopolios… y unificar al mercado nacional, la revolución fue la etapa decisiva para el paso al capitalismo. (SOBOUl, Albert. La revolución francesa.pp.277)
Tocqueville: “Tiempo de inexperiencia, sin duda, tiempo de memoria inmortal, hacia el que volverán sus miradas con admiración y con respeto los hombres todos, cuando aquellos que la contemplaron y nosotros mismos hayamos desaparecido mucho tiempo después. Entonces los franceses se sintieron lo suficientemente orgullosos de su causa y de sí mismos para creer que podrían ser iguales en la libertad”. La revolución francesa ha sido considerada como base de los ideales socialistas, se habla de un pueblo que se hizo escuchar y logró derrocar a un régimen déspota. Estando totalmente de acuerdo con las palabras de Tocqueville, me parece que parte de la historia nacional difundida por el Estado francés, propicio este mito “de una revolución popular”.( Ibíd. Pp. 424 )
Cierta es la participación de las masas en el movimiento, pero nos preguntamos: ¿hasta qué punto fue beneficiada?, ¿si en algún momento, éstas tomaron las riendas de la revolución?, ¿realmente, las masas populares peleaban por la revolución? La realidad de la revolución era, una sociedad aristócrata en el poder, seguida por un grupo de aspirantes con ciertos privilegios y finalmente, las masas, que estaban al acecho de la pobreza, de la desigualdad. Sin embargo, nadie parecía estar en desacuerdo con esta organización. Fue una crisis económica que evidenció la incapacidad del gobierno para dar solución a las necesidades de una nación. La primavera de 1789 significó un declive en la económica nacional y una alza en los preciso, principalmente el pan (parte de la canasta alimenticia básica). El gobierno, como única salida optó por el impuesto, el alza del cereal y un control fiscal.
Los pequeños propietarios y comerciantes resintieron esto en el comercio y la producción, más quienes vivieron en carne propia la crisis, fueron las masas. Sufrieron el hambre, la miseria, el vandalismo, vivieron el “Gran pánico” y esto fue, lo que propicio una conciencia de su precaria situación, la necesidad de alzar la voz por el simple “derecho a la existencia”. Los peque burgueses, a quienes se le ha atribuido la revolución, sin bien combatieron contra el Antiguo Régimen, este interés iba evocado a infiltrarse en éste y no tanto, el derecho del hombre, aunque algunos lo retomaran en el movimiento. Así la crisis de la primavera de 1789, creo la atmosfera propicia para el levantamiento.
En un inicio la revolución, a las afueras, fue dispersa. La lucha fue por la vida, sin una conciencia o ideal especifico, sólo una empatía en el sentir, más se vio que sólo con el desaparecimiento del “señor feudal” se podía dejar de sufrir. El movimiento revolucionario no fue simultáneo, su aparición es paulatina, según incidentes locales (ocasionalmente fue pensada). Los campesinos se integraron a partir de esta mala cosecha, debían buscar otros medios de explotación de sus tierras, abrumados por los bandidos, el hambre, el bajo salario, los llevó a la lucha. Su lucha fue contra el hambre, en pro de la esperanza y contra al miedo.
La élites miraron en esta situación, la posibilidad de ingresar a la política (lugar dela nobleza) así se aliaron con muchedumbre; una alianza no solida pero cuyo fin, la eliminación de la aristocracia, la hizo fecunda. Esta alianza, dio paso también a un hombre popular culto, politizado. Las sublevaciones del hambre se sumaron a la de los impuestos y privilegiados. El llamado “complot aristocrático” originó pánico y la pronta organización de comités. Entre las primeras consecuencias de esta alianza fue, el exterminio del régimen señorial.
La revolución fue llegando a las ciudades, donde la situación tampoco pintaba bien. El pan en las ciudades estaba de 4 a 8 souls, demasiado para un obrero con una pequeña familia. La capital se vio invadida por una oleada de hambrientos, en búsqueda de empleo sin tener posibilidad de obtenerlo, sumando los múltiples asaltos y la permanencia de las tropas. Se iniciaron los levantamientos en las barricadas, un pequeño grupo de burgueses comenzaron a filtrarse y organizar estas revueltas.
Stalin: El proletariado francés era débil, no actuaba en forma independiente, no formulaba sus reivindicaciones de clase, no tenía conciencia de clase ni organización. Todavía se mantenía al remolque de la burguesía y ésta lo utilizaba como instrumento suyo. (
TARLE, pp.10)
Tal afirmación al ver quienes finalmente lidera la revuelta y es un pequeño grupo, la burguesía. Si bien, estas masas comenzaban a politizarse, la burguesía ya estaba en ello. Así las primeras consecuencias de la revolución, no lograron dar una solución satisfactoria para todos a la crisis de hambre y el derecho a la existencia. El burgués tenía otros intereses, tomaron al Estado y lo encaminaron a un capitalismo que tampoco era la utopía de la igualdad. Se pensó en la creación de empleos, en la baja del pan, en una democracia popular, todo por lo que el pueblo lucho, más el gobierno revolucionario se enfocó al comerciante, así la venta de bienes nacionales que beneficio al burgués.
Por lo cual se siguió con el descontento, de un mal gobierno, de los privilegios y donde el ideal revolucionario, buscaría del bienestar de todos. Las masa se vieron en la necesidad de organizarse par poder participar en el nuevo Gobierno. Nacieron las sociedades seccionarías, contrarrevolucionarias, siendo un fuerte enemigo para una política revolucionaria extremista. El origen de este desajuste revolucionario fue un problema de representación, puesto la democracia y la soberanía no quedaron en manos del pueblo. La resolución que dieron los contrarrevolucionarios fue una política local, las sociedades seccionarías.
Las secciones tenían la característica de ser autónomas y soberanas. Marat, decía: Una sección es soberana dentro de sus paredes (Óp. cit., pp.242) . Todas estas secciones tenían como órgano supremo a la Asamblea General, es decir, que éstas eran asambleas primarias donde el pueblo se reunía para las elecciones y finalmente, se deliberaba en la Asamblea general. Sin embargo, a pesar de ser un medio de representación del pueblo en la política, sus principales siguieron siendo propietarios, se continuaba con una influencia burguesa.
El pueblo se dejó seducir por la acción de la asamblea central soberana…símbolo de la unidad de la nación, que la víspera estaba dividida en estados y provincias
(GUERIN, pp.16). La influencia de Rousseau fue importante para la conceptualización de la soberanía y de una democracia popular. Las masas habían pasado del derecho de la existencia, a la igualdad de bienes y la limitación de propiedad. Ante la impronta respuesta de un gobierno revolucionario se recurrió al armamento y la violencia. Por que esa soberanía maleada debía ser purificada: un pueblo libre solo puede serlo armado” (Memorial del cuerpo electoral 1792) (SOBOUl, La revolución francesa.pp. 246)
La burguesía en las masas, representó la diferencia entre los poseedores y los desposeídos, puesto aquellos peleaban un puesto o lugar en el poder, justificado en una democracia popular. El caso de los sans-culottes clase de los desposeídos, pensaban que si todos tienen algo y ninguno demasiado (Tobie) eso era la igualdad y el ideal de vida. Otro de los grandes representantes fue Robespierre, el Incorruptible, que lo distinguiera por ser honesto, siempre tuvo presente sus convicciones y posteriormente fuera considerado como un extremista. Él luchaba contra los revolucionarios y necesitaba del pueblo, estando a su mando: Los patriotas que luchan contra la audacia dela aristocracia o en expulsar a los contrarrevolucionarios, o que se reúnan en las sociedades populares, son las que harán justicia.(SOBOUl. Las clases sociales de la Revolución Francesa pp. 117)
La autonomía de las sociedades seccionarías, representaron un obstáculo para el gobierno revolucionario aburguesado. Por ello se les tacho de contrarrevolucionarios, y a la vez, se infiltro en sus estructuras a los “patriotas útiles”, que eran el grupo artesanado y tendero, con mentalidad pequeño burguesa y atracción por la propiedad, con esto se forjaría a la nueva Francia.
Así, esta etapa anterior al imperio, fue el resultado de una reacción por la sobrevivencia ante la crisis del 89; la violencia y el miedo representaron de las carencias por las que pasaba la población. Esta violencia y miedo contribuyeron a desaparecer al feudalismo y absolutismo. La revolución tuvo como características al inicio ser de todos y de nadie, puesto cada aglomeración funcionaba y luchaba de manera inconsciente; cuando se toma consciencia d la situación se da pie a la institucionalización, a la organización y funcionalidad de las multitudes en la política, claro bajo la vigilia de una clase burguesa.
Lejos de ser marginales, esos movimientos atestiguan el inconsciente propio de la miseria popular y las formas de sensibilidad que emana de ella (SOLE,pp. 106
). La crisis de subsistencia que derrocó al Antiguo Régimen, no fue la revolución del pueblo sino una revolución política, puesto se perfilo a intereses capitalistas. Si creemos en un espíritu revolucionario, se habla entonces de las masas: La revolución debe su éxito, su ritmo, su aceleración catastrófica a la coalición imprevista de la ilustración y del oscuro empuje de las muchedumbres irritadas(Jean Starobinski Jaquez Ibíd. pp. 107)
No pretendo quitar peso a las masas, ni individualidad como agentes históricos (si bien hablamos de un pueblo que no escribe y de él nos queda el memorial de las instituciones). Sino considerar que la revolución no fue homogénea ni idealmente ni accidentalmente, y sólo en las masas, logramos abstraer la sensibilidad del cambio, de la lucha, aún cuando quedaron sujetos a un ideal político, que respondió a las necesidades de pequeños propietarios. La revolución fue confiscada por la política jacobina, más la lucha del pueblo no.

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